Burnout en adultos con TDAH: cansancio vs agotamiento.
17/12/25
Hay un tipo de cansancio que no se cura durmiendo, un agotamiento que no se va con un fin de semana libre, una sensación de estar “apagado/a por dentro” aunque por fuera sigas funcionando.
Muchas personas con TDAH llegan a consulta diciendo:
“No sé qué me pasa, pero ya no puedo más.”
Y no siempre saben que lo que están viviendo tiene un nombre: burnout.
Cuándo no es solo cansancio?:
El cansancio se alivia con descanso, el burnout no.
El burnout aparece cuando llevas demasiado tiempo sosteniéndote desde la autoexigencia, la culpa y el sobreesfuerzo, sin pausa real, sin comprensión profunda de cómo funciona tu mente.
En el TDAH adulto esto es especialmente frecuente porque:
Te exiges más para compensar.
Te comparas constantemente.
Te culpas cuando no llegas.
y rara vez te permites parar sin sentirte mal
Por qué el burnout es tan común en el TDAH?:
Muchas personas con TDAH crecen con la sensación de tener que demostrar el doble. Aprenden desde pequeños que tienen que esforzarse más que otros, que no pueden fallar, o que no pueden relajarse demasiado y tienen que “controlarse” entre otras cosas. Y vas creciendo con el peso de esa mochila.
Esto genera un patrón muy peligroso: vivir en modo supervivencia permanente.
Durante años el cuerpo aguanta, hasta que un día… deja de hacerlo.
Señales de burnout en personas con TDAH:
El burnout en TDAH no siempre se expresa como estrés evidente. A veces aparece de formas más silenciosas:
Dificultad extrema para iniciar incluso tareas sencillas.
Sensación de apatía o vacío.
Hiperbloqueo mental.
Irritabilidad constante.
Llantos sin motivo claro.
Sensación de estar “desconectado de ti”.
Pensamiento recurrente de “no puedo más”.
Cansancio profundo nada más despertar.
Culpa por sentirte agotado/a.
Muchas personas creen que están “volviendo a fallar”, cuando en realidad su sistema nervioso está colapsado.
En el TDAH, el burnout es traicionero porque a parte de ser una combinación silenciosa:
Puedes seguir siendo productiv@ por inercia.
Puedes seguir cumpliendo aunque por dentro estés rot@.
Puedes minimizar tu propio agotamiento.
Puedes pensar que “esto también se me pasará” . Hasta que un día ya no y entonces aparece el miedo: “¿Y si ya no vuelvo a ser como antes?”.
Pero ahora que ya sabes cómo se manifiesta el burnout, también podemos hablar sobre lo que NO es, porque además es importante y necesario romper algunos mitos:
El burnout no es pereza.
El burnout no es falta de motivación.
El burnout no es debilidad.
El burnout no se soluciona solo con fuerza de voluntad.
Es una respuesta biológica y emocional al exceso de demandas sostenidas sin recuperación real.
La culpa: el gran enemigo invisible:
Uno de los aspectos más dolorosos del burnout en TDAH es la culpa.
Culpa por no rendir como antes, necesitar parar, no poder con todo, sentirte frágil, no disfrutar de cosas que antes te ilusionaban.
Y esa culpa, lejos de ayudarte, cronifica el burnout. Y aquí es cuando antes del colapso total, el cuerpo suele enviar señales:
dolores
contracturas
migrañas
problemas digestivos
alteraciones del sueño
ansiedad o desregulación emocional
No son casuales.Son mensajes que no debes ignorar.
Qué hacer cuando sospechas que estás en burnout:
No existe una receta mágica, pero sí hay primeros pasos que marcan la diferencia:
1. Validar que estás agotado/a de verdad.
No te lo estás inventando, No estás exagerando.Estás cansada@ con razón.
2. Dejar de exigirte rendir como si nada pasara.
El burnout no se cura “haciendo más”. Se aborda reduciendo carga interna y externa.
3. Revisar desde dónde estás sosteniendo tu vida.
Muchas personas sostienen todo desde:
el miedo a fallar
la culpa
la autoexigencia extrema
Eso no es sostenible, tengas o no tdah.
4. Acompañarte emocionalmente.
El burnout necesita un espacio seguro, no solo técnicas de productividad. Espacio para: llorar, entender, nombrar lo que pesa, reconstruirte desde dentro.
5. Pedir ayuda no es rendirse.
Es el acto más adulto que existe cuando ya no puedes sostenerte.
El burnout no se “supera y ya”, se atraviesa y se sale con tu mejor versión.
No se trata de “volver a ser como antes”, se trata de aprender a vivir de otra manera:
con menos autoexigencia
con más escucha interna
con límites reales
con respeto por tu energía.
Muchas personas descubren, tras un proceso de burnout:
Qué no era sostenible, y deciden elegir lo que si.
Qué estaban tapando con productividad. Miedo al rechazo, validación, llenar algún vacío, la presencia de alguna creencia limitante..
Qué necesitaban cambiar de raíz.. y una vez se hacen esos ajustes, todo se transforma.
Burnout, TDAH y acompañamiento emocional:
El burnout en TDAH no se resuelve solo entendiendo la teoría. Se trabaja en la relación contigo, en tu diálogo interno, en tu manera de exigirte y en cómo te vinculas con el descanso, el tiempo y el error. Por eso el acompañamiento emocional es tan importante, no para “arreglarte”, sino para volver a habitarte con calma.
Un mensaje para ti si estás agotad@:
Si al leer esto has pensado:
“Esto me pasa a mí.”
Quiero que sepas algo muy importante:
No estás rot@.
No has fallado.
No eres débil.
Estás cansad@ de sostener demasiado peso durante mucho tiempo, y eso también merece cuidado y atención.
Si sientes que estás al límite, apagad@ por dentro o en un agotamiento que ya no se va con descanso, acompaño estos procesos en sesiones online 1:1 desde una mirada respetuosa y sin exigencias.
Puedes encontrar más información en el enlace de servicios.
Gaby Rodríguez. Life coach Tdah.
